lunes, 19 de diciembre de 2011

QUE ES LA NAVIDAD PARA MI


La Navidad siempre ha sido para mí una fiesta mágica, la fiesta más bonita del año: adornamos la casa con guirnaldas, en el salón colocamos un árbol de Navidad enorme y bajo el árbol, ponemos un Nacimiento con figuras muy grandes de la Virgen, San José y el Niño Jesús en el pesebre. A su lado colocamos también una figura de Papá Noel. En otra parte del salón ponemos un Belén con muchas figuras y, por supuesto, no faltan ni el “meón”, ni el “cagón”. Cuando era más pequeño, el Niño Jesús nunca estaba en el pesebre porque yo lo sacaba a jugar con las ovejas y con las gallinas, o a buscar a los Reyes Magos, porque estaba impaciente, para que le dieran sus regalos. ¡Era muy divertido!
Otra cosa que también me gusta es ayudar a mi madre a hacer los dulces de la Navidad. ¡Me encanta pringarme con la masa y recortar figuritas con los moldes! ¡Qué ricos están los dulces recién sacados del horno y qué buen olor que hay por toda la casa!
Lo mejor es la Noche Buena: antes de cenar, mis amigos de la huerta y yo vamos casa por casa cantando villancicos, con las panderetas y las zambombas, y pidiendo el aguinaldo (en la huerta lo llamamos “aguilando”). Nos dan dinero, dulces de Pascua, chuches…Lo pasamos muy bien: al principio siempre nos da un poco de vergüenza, pero después, ni chispa.
En Noche Buena, después de cenar, me acuesto temprano, para que Santa Claus venga pronto. El día de Navidad es Mágico: me despierto de madrugada y, bajo el árbol, hay un montón de regalos. ¡Ha venido Papá Noel! Siempre estoy muy nervioso y emocionado. Lo mismo me ocurre la Noche de Reyes.
Desgraciadamente, este año, y todos los que vengan después, la madrugada del Día de Navidad y la Noche de Reyes van a ser diferentes. Ya nunca más volverán a ser iguales para mí. Supongo que es lo que tiene hacerse mayor. Casi seguro que volverá a haber regalos bajo el árbol, pero ya no habrá sorpresas, ni nervios, ni emoción, ni la misma ilusión. ¡Me dan ganas de llorar! ¿Por qué habré tenido que hacerme mayor y descubrir los secretos mejor guardados de la Navidad? Ya nunca más volverá a ser mágica para mí; pero voy a intentar contagiarme de la magia de mis primos pequeños, Pepe y Marina, y disfrutarla con ellos. Este año tengo que inventarme algo para que la Navidad siga siendo una fiesta muy especial para mí.

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